Tras el rimbombante anuncio de que en nuestro país se llevará a cabo la prueba de una “potencial vacuna” contra el COVID-19, aquí te contamos quién sostiene financieramente el proyecto LightSpeed.
Esta mañana desde la cuenta oficial del presidente argentino se dio a conocer que Argentina “es el único país de la región donde se llevará a cabo una de las fases de prueba para una posible vacuna contra el COVID-19“.
La vacuna en cuestión es parte del denominado “Project LightSpeed”, una potencial vacuna de ARNm elaborada en colaboración entre BioNTech y Pfizer denominada BNT162, para tratar el COVID-19. De acuerdo al parte oficial “La selección de nuestro país para llevar adelante estos estudios estuvo basada en la experiencia científica local, en las capacidades operativas y en la experiencia previa de Argentina en la realización de estudios clínicos“.
El anuncio se dio en el marco de una reunión mantenida en Olivos entre el primer mandatario, el gerente general de la farmacéutica Pfizer, Nicolás Vaquer, y el director científico de la Fundación INFANT, Fernando Polack.
Tanto la Fundación INFANT como el Laboratorio Pfizer y BioNTech son sostenidos financieramente por generosos aportes emanados de la Fundación de Bill y Melinda Gates.
Por ejemplo, el estudio para la aplicación de plasma de pacientes recuperados de COVID-19 en personas mayores de alto riesgo, que tanto está dando que hablar en los medios, es financiado por la Fundación de Bill y Melinda Gates, a través de un aporte de u$s 534,332 (aproximadamente $38 millones de pesos).
En uno de los apéndices de la carta acuerdo fechada el 30 de agosto de 2019, entre la Fundación de Bill y Melinda Gates y el laboratorio BioNTech, se incluye un apartado denominado “Respuesta pandémica” donde se especifica que si durante los trabajos en curso con la fundación “existiera la necesidad de una respuesta de emergencia a una pandemia por una enfermedad infecciosa, la Fundación puede solicitar a la Compañía (BioNTech) que acepte trabajar en un proyecto financiado vía subvención para dar respuesta a dicha pandemia” pudiendo incluir “el desarrollo de un medicamento, vacuna o diagnóstico“.
Pfizer es una suerte de socio de la Fundación aunque trabajan tan unidos que se hace difícil ver donde termina el laboratorio y comienza la ONG. El pasado 8 de abril Pfizer anunció públicamente que Sue Desmond-Hellmann, ex CEO de la Fundación Gates, se unió a su junta directiva, y que si bien Desmond-Hellman renunció a la fundación, ella continuará como asesora principal y miembro de la junta del Gates Medical Research Institute.
En 2016 los Gates invirtieron u$s 16,549,344 en una potencial vacuna de Pfizer para proteger a los recién nacidos contra el estreptococo B. A la fecha las pruebas se encuentran aún en fase 1/2.
La Fundación es la principal promotora del anticonceptivo trimestral inyectable subcutáneo Sayana que fuera incluido en el listado de medicinas esenciales de la OMS y es presentado por la multinacional abortista IPPF como una nueva forma de empoderamiento para las mujeres africanas.
En abril de este año, Jean-Paul Mira, jefe de UCI del Hospital Cochin de París, y Camille Locht, director del Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica, propusieron probar en África la efectividad de la vacuna BCG contra el COVID-19. En ese momento, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró encontrarse “Atormentado” por la sugerencia de los facultativos europeos, y remarcó que “Estos postulados racistas están contra la solidaridad en un tiempo que la necesitamos. África no puede y no va a ser un terreno para probar vacunas. Seguiremos los mismos protocolos o bien con África, o bien con Europa en la prueba de la vacuna”.
Sujetos a la aprobación regulatoria de la ANMAT, los estudios clínicos en Fase 2b/3 de la potencial vacuna ARNm de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19, comenzarán el próximo mes de agosto en Argentina.